ESCRIBIR�
* poema �Escribir�: �ngel Guinda Casales
Si me quitan la palabra escribir� con el silencio.
Si me quitan la luz escribir� en tinieblas.
Si pierdo la memoria me inventar� otro olvido.
Si detienen el sol, las nubes, los planetas,
me podr� a girar.
Si acallan la m�sica cantar� sin voz.
Si queman el papel, si se secan las tintas,
si estallan las pantallas de los ordenadores,
si derriban las tapias, escribir� en mi aliento.
Si apagan el fuego que me ilumina
escribir� en el humo.
Y cuando el humo no exista
escribir� en las miradas que nazcan sin mis ojos.
Si me quitan la vida escribir� con la muerte.
SIGNOS EN EL TIEMPO
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
He mirado a los ojos del oto�o
y en su mirada he visto otra mirada.
Al conjuro de los p�jaros cantores,
estallaba la luz en la alameda.
Como una lluvia transparente y c�lida
la tarde se posaba en la ciudad.
La voz de lo lejano me dec�a
que un r�o de nostalgia es el oto�o,
un manantial de signos en el tiempo
mir�ndome a los ojos
sin ternura.
MELOD�AS ERRANTES
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
Sonidos vagabundos,
latidos del esp�ritu,
canci�n de qui�n, m�sica de d�nde,
de ventanas abiertas o del viento,
de qu� alma misteriosa naci� esta melod�a
que ha cruzado la tarde iluminada
y ha llegado hasta el conf�n de los adioses.
Caverna de rumores abierta hacia el pasado,
se ha perdido en mi noche y en sus d�as,
voz de una eternidad que termin� y regresa
por los senderos de la incertidumbre,
por un camino presentido y solo
que avanza y retrocede hasta el silencio.
LAMENTO DE ARIADNA
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
Amad la voz,
la fr�gil voz que a descender se atreve,
la osada melod�a que esparce la belleza
sobre turbas de esclavos sin destino y sin rostro,
que imparte bendiciones sobre el llanto y la nada,
que siembra de promesas imposibles
el crudo exilio y el crujir de dientes.
Amad la voz que dulcemente se alza
contra el maligno brillo de la usura
y el esplendor de sus iluminados,
la hermosa voz que clama en el desierto
y con sonora brisa refresca el viento ardiente.
Amad la voz,
aunque agonice el canto.
AMANECER
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
Te he so�ado, mujer, en nuestra selva
de c�lidos abrazos,
construyendo desnudos la palabra nosotros.
Despu�s el sol naciente
con gui�o luminoso
me rescat� del mundo de los sue�os;
esparcida en mi pecho dorm�as todav�a,
y comprend� gozoso que no hab�a so�ado.
CRISIS
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
Sent�
que algo
impensable
me faltaba
que algo m�o
me hab�a
abandonado.
Busqu� discretamente y
por un instante
cre� que hab�a
muerto.
TIERRAS BAJAS
* poema: Jos� Ver�n Gormaz
En el delirio de la selva viva,
la muerte esconde sus poderes
como un pozo de sombra
bajo el claro fluir de lo lejano.
Hay niebla en la dorada
ma�ana del oto�o
y las horas ocultan
los lamentos dormidos de campanas sin voz
en la orilla del aire.
Para ver y entender cierro los ojos
y un mundo nuevo y triste se derrumba
bajo la transparencia del silencio.
EL �NGEL DE LOS SUE�OS
* letra: Juan Ver�n Gormaz
So�� que era un ave azul,
surqu� nubes de algod�n,
ten�a una gran misi�n: �llevaba al mundo la paz�
Soy alguien especial.
Lo soy: conf�a siempre en mi.
So�� con un mundo feliz,
la piel no es identidad,
mujer y hombre son igual,
y al mundo yo llevo la paz.
Soy alguien especial.
Lo soy: conf�a siempre en mi.
Ya no puedo dormir m�s,
mi sue�o dura hasta el amanecer:
M�s nada cambia, que haya paz,
no m�s guerras, que haya paz,
no al racismo, pues todos somos igual
Soy alguien especial.
Lo soy: conf�a siempre en mi.
EL PACTO
* letra: Juan Ver�n Gormaz
Desear�a no fumar jam�s, ir al campo y vivir en paz,
estoy desorientado, abrumado por mi ansiedad.
Me encuentro ahogado en mi voluntad,
estoy casi perdido, mi vida es oscura,
camino entre tinieblas, sin imaginaci�n.
Necesito pronto unas vacaciones,
arrancar el holl�n de mis pulmones,
ir al tinte �lavado en seco- para la mente.
Sabes que estoy triste y que me cuesta respirar;
Me cuesta tanto pensar, no puedo imaginar.
Me resulta dif�cil pensar.
No puedo, no puedo imaginar.
S� que es dif�cil ser juez y acusado,
dictar sentencia contra uno mismo.
Atacar es dif�cil, como fiscal,
y como abogado, defender.
No logro actuar como lo pienso,
siempre dominan los deseos.
Nunca he sabido perder una costumbre,
cruzar un puente sin mirar atr�s.
No s� hacerlo, no s� hacerlo, no s� hacerlo.
He decidido que voy a pactar con un ser tal vez irreal,
su pierna acaba en pata de animal,
su largo rabo hace desconfiar,
y tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo.
NADIE
* letra: Juan Ver�n Gormaz
Una ilusi�n le hizo ir sin temor.
No regres� aunque ella fue para hacer el bien,
para ayudar en una guerra incivil,
y un criminal su vida le arrebat�.
�Por qu� lo injusto venci�?
�Por qu� es el mundo tan cruel?
�Por qu� no ha de cambiar?
�Por qu� no hay un porqu�?
Nadie lo comprender�, nada lo puede cambiar,
nadie lo comprender�, todo parece irreal.
Los que all� est�n contin�an aliviando el dolor.
Al evocar el suceso aquel sienten un temblor.
Ella se fue, su verdugo tambi�n,
y los dem�s a�n viven el horror.
�Por qu� lo injusto venci�?
�Por qu� es el mundo tan cruel?
�Por qu� no ha de cambiar?
�Por qu� no hay un porqu�?
Nadie lo comprender�, nada lo puede cambiar,
nadie lo comprender�, todo parece irreal.
* dedicada a dedicada a Mercedes Navarro Rodr�guez, cooperante de M�dicos del Mundo, asesinada en Mostar-Bosnia en 1.995, mientras desarrollaba tareas humanitarias
LA �LTIMA PALABRA
* poema: Mariano Castro Ballester
(sin t�tulo, Los dedos de la luz, pg. 34)
Es la �ltima palabra del sol,
cuando ya muere,
La que nombra el perfil de las monta�as.
VIENTO ETERNO
* poema: Mariano Castro Ballester
(sin t�tulo, Los dedos de la luz, pg. 13)
All� donde la mar estuvo
y en la memoria de la piedra
est� vivo su esp�ritu,
he visto alzarse los cuerpos antiguos de las hayas.
El mismo viento que ayer susurr� salomas
trae en su lengua el fr�o de la nieve
y lame el farall�n donde descansa el buitre
y canta entre las ramas de los robles.
Viento eterno el del tiempo,
en sus alas inmensas
hoy he visto tambi�n
el rastro de las desapariciones:
las ausencias sin signos
de quien estuvo all� y regres�
hacia la sombra del olvido.
EL BULBO
* poema: Mariano Castro Ballester
(sin t�tulo, Los dedos de la luz, pg. 67)
En gestaci�n desde el oto�o,
olvidado en la tierra,
sorprende en primavera
el esplendor ef�mero del bulbo.
Del mismo modo duerme,
no s� d�nde,
el instante que muerde el coraz�n
y un d�a, no s� c�mo,
recobra su sentido en el poema.
LAS PALMERAS NEGRAS
* poema: Mariano Castro Ballester
(sin t�tulo, Los dedos de la luz, pg. 68)
Se deshace la luna
y deja sus escamas en le mar.
Dedos de agua escriben
en las arenas, islas,
espacios para el p�jaro.
El viento peina las palmeras negras.
En la terraza de la oscuridad
se oye el eco de la voz del hombre.
DOS POEMAS EN TONOS MENORES
Pg. 60
(Mariano Castro-Los dedos de la luz-2003)
Se deshace la luz:
no eres ya
ni sombra;
s�lo figuraci�n
en los oscuros brazos de la noche
Pg. 56 (Mariano Castro-Los dedos de la luz-2003)
Ardido en el viaje
a�n llamas al fuego.
La caridad del viento
acelera los signos.
Las cenizas encuentran su lugar.