Volver
a Menú: Discografía
BALADA DEL CAUTIVO (2.006)
Música de Juan Verón
Poemas de José Verón

Principal
Itinerario (2009)
Itinerario: Libreto-Miniposter
Itinerario: Canciones
Itinerario: Poemas
Balada... (2006)
Balada: Libreto
Balada: Canciones
Balada: Poemas
Las horas... (1994)
Las horas: Libreto
Las horas: Canciones
Las Horas: Tríptico
Retorno... (1992)
Retorno: Libreto
Retorno: Canciones
  José Verón  y  Juan Verón

Poemas originales de BALADA DEL CAUTIVO
Autor: José Verón Gormaz

Notas:
- algunos textos han sido modificados por el propio autor, o con su consentimiento, para su utilización como letras de canciones.
- la numeración antepuesta a cada poema corresponde al orden en el CD.
- El nombre y la fecha, dentro de los paréntesis, corresponden al libro donde se encuentra cada poema y a su fecha de publicación.
 

01. HISTÓRICA SANTIDAD

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

Tras devorar por cruel obligación

a todos sus hermanos

queda solo

                 dando gracias a Dios

                   humildemente.
 

02. BALADA DEL CAUTIVO

(Baladas para el tercer milenio-1987)

Más allá de esta triste ventana está la noche.

Las estrellas sin nombre
                                     que hacen grandes los cielos;

el misterioso Venus,
                                 rima y fulgor de vagabundos;

vestal del firmamento,
                              la luna,
                                    de pálida llamada,
heraldo del abismo y de los lobos.

Más allá de esta triste ventana está la noche.

Dicen viejas palabras
                                   que allí sólo hay enigmas.

Apenas un cristal,
                        apenas nada,
ha creado una isla de inmensidad nocturna.

Más allá de una triste ventana
                                               está la noche.

Cómo llegar a ella.

Cómo sentir,
                  cómo ser la materia y la sal
                                                  de las ascuas finales
renovando el color de su eterna agonía.

La oscura desnudez llama al silencio
bebe silencio,
                        da sentido al silencio:

                                      funde piedra y palabra.

Tras la ventana,
                         afuera,
                                   los enigmas;

el abismo está dentro.
 

04. MONTE SAGRADO

(Auras de Adviento-1988)

En Vicor, alzándose hacia el amanecer,

dos cimas azuladas rompen el horizonte.

Allí los olvidados celtíberos

al viejo Lug solar ofrecieron sus ritos,

y a la cérea luna en primavera,

y al rápido Hippeón,

                             el de corcel de fuego.

Allí, ignorante como soy de arcaicos rituales,

he respirado el aire primitivo de la sierra,

y he caminado hasta las empinadas cumbres,

donde el sol centelleante y el viento rumoroso

dibujaban imperceptibles llantos, lamentaciones

por un altar perdido,

                            por unos dioses muertos.
 

05. SÓLIDAS MURALLAS CAPTURAN LA CIUDAD

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

Hay que adorar la piedra

obedecerla

es poco.

Nadie más cruzará.
 

07. LUCES DE BOHEMIA

(Auras de Adviento-1988)

Ya no ansiaba el amor

      y el dolor evadía

      tras cortinas de olvido.

Cerradas las heridas del combate perpetuo,

se arrastraba por las cuestas del silencio presente.

Lucía, con dignidad liviana,

como una bruma que quisiera fraguarse,

los míseros trofeos conquistados al tiempo:

un rumor de taberna en el semblante,

la noche en el bolsillo

y un amor desgraciado en la solapa.

He tocado su voz,

                             he sentido su pálpito

de alma desheredada,

                             de corazón sombrío

deshojando los días sin pasión ni alborozo,

como un viajero que olvidó su destino

y no hay origen que pueda desear.
 

08. OBEDIENCIA

(Ceremonias dispersas-1990)

¿Me obligan a comerla?

La comeré, de acuerdo,

pero sepan ustedes,

que esta tarde me amarga.
 

10. PEDRO

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

él nace cada noche

entre vino y recuerdos

y cuando los fantasmas

acuden a la cita

ríe, ríe generosamente

abriendo sin pudicia

su enorme boca agradecida

mostrando algunos dientes

                                   escasos y deformes

y perdiendo el respeto a sus guardianes.
 

11. COMO INCENDIA MI VOZ…

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

Cómo incendia mi voz tu idílica presencia;

cómo busca mi sangre tus paisajes secretos.

Cuando libre me invades y asoman tus caminos,

escucho un rumor lento de huecos absolutos,

tus veredas profundas humedecen mi audacia

y suave como lluvia o límites perdidos apareces.

Y envidia la razón nuestra inconsciencia,

y surgen tierras salvajes ocultas y ancestrales,

ríos nacientes, agobios meridianos,

venas desparramadas uniéndose felices,

destrozados relojes disueltos en la sombra

y un denso proceder de aire soñado

donde el futuro estriba sus paredes ocultas.

Y no sé nada más:

dentro de ti mis raíces ofician.
 

12. REBELIÓN A BORDO

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

En la nieve la indignación del niño

Golpea la blancura con sus pies ateridos

             y camina,    lentamente camina.

Se detiene,   impotente,   en la nevada calle.

Ha comprendido que no puede ser niño.

Y el grito de sus cinco años perdidos

Desgarra la cultura:

¡Reyes Magos, traidores!
 

13. LA SOMBRA DE UNA DUDA

(Auras de Adviento-1988)

Pasó por la taberna como pasan los sueños.

Era maravillosa

y un tanto descuidada.

Un complemento oscuro para tanta belleza

diole su pelo vivo, encantador,

y todavía más la forma sugerente

como lo retiraba de su rostro,

cual el sol tormentoso, que apenás si aparece

y la cortina húmeda

que lo esconde y ensalza.

Terminé mi cerveza

Y huí de aquel lugar:

Con cierto horror me descubrí envidiando

los pactos tenebrosos de Faustus,

el doctor.
 

16. LA RAULITO

(Tríptico del silencio - Cavernario-1984)

No habita sólo en casa del tirano

la represión.  Altiva o escondida

crece por todas partes.


En tu propio bolsillo

puede hallarse la infame.
 

17. REQUIEM

(Legajo incorde-1979)

Farewell, Juan, la luna desparrama

su cadavérica luz sobre los cuerpos

desconsolados,

absueltos o melancólicos

y aquellos que volvieron.

Dirán su previsión

para mañana solamente,

se han escondido

como huyó la belleza de esta tierra maldita;

no es la aventura cachazuda,

no el relámpago hirsuto,

pues sabrás que florecen

al oeste del miedo cotidiano,

y aquellos que volvieron.

Sepamos más.

Escarbemos aquellas entrañas disolutas

donde nada se oculta,

y un desdén pomposo de urceolado clérigo

que guió nuestros pasos;

la dulzura homogénea será un fósil,

caerán los estandartes

como un recuerdo asesinado,

y aquellos que volvieron

no volverán jamás.
 

18. LAS FICCIONES CIENTÍFICAS

(Ceremonias dispersas-1990)

El presente se vive

                                   y el pasado

                                               se piensa.

¿Y el futuro?

- ¡Se inventa!