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ITINERARIO (2.009)
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  Jos� Ver�n  y  Juan Ver�n

Poemas originales de ITINERARIO
Autor: Jos� Ver�n Gormaz
(*) excepto "En el silencio" por Juan Ver�n

Notas:
- algunos textos han sido modificados por el propio autor, o con su consentimiento, para su utilizaci�n como letras de canciones.
- El nombre y la fecha, dentro de los par�ntesis, corresponden al libro donde se encuentra cada poema y a su fecha de publicaci�n.
 

LA ESCAPADA

(Libro de horas perseguidas-2005)


Como una triste sombra caminaba
sin hallar el perd�n que persegu�a,
sintiendo que la calle me venc�a
y el creciente silencio me cercaba.

La noche en torno al tedio se cerraba.
La lluvia en sus empe�os insist�a.
En ellas la insustancia compet�a
con las luces que el suelo reflejaba.

En un tugurio entr� para evitar
el naufragio que ya era inevitable.
Tom� una copa, me acerqu� al espejo

y vi en mi imagen, burla del azar,
otra sombra que existe, inexorable,
atrapada en la farsa de un reflejo.


EL GRITO

(A orillas de un silencio-1995)
                                                        
Al pintor Edvard Munch


El grito es un raudal de incertidumbre,
un cuchillo que divide al instante,
que corta a la esperanza
                                   y al silencio.

El grito es una herida
                  que sangra borbotones
                         de angustia sorprendida.

El grito es un poema fugitivo.
 

ITINERARIO

(El naufragio perpetuo-1999)


No pod�a esperar que las palabras
nos mostrasen, de noche, sus almas de cristal.

No pod�a esperar que los vientos
llovieran, al calmarse, soledades.

No pod�a esperar que, entre las horas,
la incertidumbre, al alba, se durmiera
para so�ar la luz de lo sublime.

No pod�a esperar,
pero esperaba.
 

RETRATO DEFENSIVO

(Tr�ptico de silencio-1984)
 

Aspirando con ansiedad el humo

un cigarro le protege de lo desconocido.
 

LA SENDA ERRADA

(Libro de horas perseguidas-2005)


�Ay de las horas que hilan sus minutos
con ecos de una voz desesperada!
�Ay de los d�as que urden en la nada
del silencio los transparentes lutos!

Los jinetes del tedio son astutos;
no sientes el tropel de su llegada,
ni entiendes que su furia sosegada
vaya hilando sus reinos diminutos.

Y arde la soledad sobre los d�as,
que hurt� a la vida el deplorable beso
de las ciegas cenizas del error.

S�lo quedan, desiertas y vac�as,
islas muertas que esperan el regreso
del tiempo ardido en nombre del amor.
 

ABISMO

(Ceremonias dispersas-1990)


Esa es,
esa es la imagen,
esa,
esa es la imagen que t� sue�as
cada vez que despiertas,
cada vez que tus ojos contemplan el vac�o
que preludia lo eterno inalcanzable.
 

EL PORVENIR DE UNA DESILUSI�N

(Auras de Adviento-1988)
                                       
A Billie Holliday

Sinti�ndolo bastante,
est� lloviendo sobre el desierto urbano.
Las se�oras y los caballeros
despliegan los paraguas y las lenguas de fuego.

Est� lloviendo sobre la barbarie.

Han crecido las puertas
las calles han crecido,
las h�medas ventanas se desnudan
bajo el peso furtivo de la lluvia.

La unidad de lo estable
ya no existe:
cantan los gallos de la madrugada,
porque la reina de la noche ha muerto.

Hay paz en los abismos.
Crece una bruma funeral desde el asfalto.

Oscura lluvia muerta.
Llueve sombra.

El cielo
se derrumba.
 

LA CONDICI�N VARADA

(Auras de Adviento-1988)


Si ofenderme quisiera la quebrada
torpeza del des�nimo,
si coronado por flores ya marchitas
me entregaran las llaves del reino del silencio,

alzar�a mi copa.

Alzar�a mi copa, como una despedida
brindar�a al amparo de la noche infinita,
y volver�a a ser lo que ya fui:
un perdedor constante dispuesto a levantarse,
un poco altivo cuando se precisa,
sin odio y con desprecio al b�rbaro encumbrado,
m�s propenso a los sue�os imposibles.

Si en el margen me viera nuevamente
(�estuve alguna vez en otra parte?)
acosado por sombras de espadas invisibles
y resuelto por la esteparia mirada del olvido,
como en el pobre oasis celebrado
por un ancho desierto de palabras;
si condenado a un silencio secreto
la negra fe en la nada me ocupara,
lo que siempre he negado volver�a yo a ser:
un poeta errabundo
                                atado con cadenas,
                                pero vivo.
 

�SU TRIUNFO?

(Tr�ptico de silencio-1984)


Fecundos e
insaciables
los Rostros Invisibles
necesitan m�s v�ctimas

Acabar�n por devorar
                    sus ruinas.


SOMBRA POR VENIR

(El exilio y el reino-2005)


Siento caer la noche muy despacio
como un sendero oscuro entre la fronda
que hasta otra tierra siempre condujera.

Pero en la nueva senda suenan pasos
que vienen lentamente, inexorables,
arrastrando cadenas,
        devorando sombra,
cumpliendo una amenaza irremediable.

Invisibles presencias conversan con el tiempo,
se pelean, discuten.

La ma�ana dir�
                     la �ltima palabra.


GUITARRA VIVA

(Libro de horas perseguidas-2005)


La sangre de tus cuerdas es el viento,
que usurpa a las distancias el sonido
de un coraz�n, abierto hacia el olvido
por la escondida fuente de un lamento.

La serena mirada del momento
anida en el misterio adormecido,
que en tu noche redonda se ha perdido
y amanece en la aurora de tu aliento.

De tu oscura ventana escapan roces
de viento y de metal: son notas vivas
que invaden el silencio con sus voces.

En el m�stil, las horas son cautivas
que libran al so�ar �siembra de goces-
tu esp�ritu de notas fugitivas.


PAR�BOLA DEL AGUA

(Ceremonias dispersas-1990)


El agua,
cuando es sangre de r�o que camina,
llena est� de frescura;

m�s cuando detenida
                    en quieta charca posa,

c�lida se torna
                    y p�drese.

�Agua parecen ser
                       las ilusiones!
 

GALANTER�A

(Auras de Adviento-1988)


De esta gentil manera
              el juez itinerante habl� a la Dama

�Vuestra cabeza hermos�sima
          digna es de su noble ascendencia;

                  cort�mosla, madame�


HUMANUS

(Instrucciones para cruzar un puente-1983)


Oh, c�mo sabes, c�mo me reconoces,
c�mo llegas al fondo de mis l�mites,
t�,
compa�era, paciente, sembradora de paz.

Te he contemplado, te he visto llorando
con l�grimas que saltaban de amor,
acongojada,
de noche,
redentora,
sufriendo por estas brisas �cidas
que la vida nos presta obligatoriamente;

he visto agujas de dolor en tus l�grimas,
he visto mares de ternura bajo tus l�grimas
he visto la injusticia lavada por tus l�grimas,
he visto el mundo florecer con tus l�grimas.

As� es, compa�era, no s�lo hay besos,
no existe en nosotros solamente cari�o
ni dulc�sima lucha, ni palomas,
hay algo oscuro que acecha en las esquinas,
hay algo doloroso
tras las paredes cubiertas de armarios y de libros,
algo invernal, hiriente, t� lo sabes,
alg�n silencio viejo y descorazonador
que esta noche se ha transformado en llanto.
 

EN EL SILENCIO (*)

(*) poema de Juan Ver�n
                                    
Al poeta Jos� Ver�n Gormaz


En el silencio hall�
versos cargados de ilusi�n,
ritmos pausados,
poemas en libertad.

En el silencio hall�
versos callados que hablan de amor,
voces sinceras,
una bella canci�n.

Melod�as calladas,
        recuerdos del pasado.
Memorias del ma�ana,
        que hoy son silencio.

En el silencio hall�,
viejas leyendas que ayer cre�:
hadas y brujas,
princesas de papel.

Recuerdos de mi ni�ez,
obras de la imaginaci�n:
reloj de aire,
castillos de algod�n.

Melod�as calladas,
        recuerdos del pasado.
Memorias del ma�ana.

Hoy son silencio.