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Juan
Verón

ingeniero
músico
agrícola

       El día 17 de abril de 2009 hubo una charla - cena - coloquio en el Restaurante Castillo de Ayud (A2O) cuyo tema central era el libro "Los últimos juglares" editado en diciembre de 1.996, contando la historia de la música bilbilitana entre 1.963 y 1.996. En la charla y el coloquio también hablamos de nuestra música posterior a esta fecha, e incluso en siglos anteriores.

       Como parece que gustó mucho mi... "discurso", lo pongo aquí para que puedan acceder a él quienes no pudieron asistir y tengan interés.

   
    Contenido de la charla dada por Juan Verón la noche del 17-04-2009:


          Quienes conocen “Los últimos juglares” saben que es un libro histórico que trata sobre música e ilusión, la de los grupos y solistas bilbilitanos de algo más de tres décadas, que sus páginas detallan minuciosamente partiendo de cuando José María Dalda daba sus primeros conciertos y obtenía un segundo premio en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria en 1963 y poco después se formaban los Black Stones, grupo pionero en Calatayud, que pronto fue secundado por los Pockers, formación –ésta última- que contaba con un joven Manuel Pérez Blasco, prestigioso músico que actualmente dirige la Escuela de Música. Por aquellas fechas la Coral Bilbilitana ya llevaba unos años actuando, e incluso ganando premios, dirigida por Eduardo García Guerrero.

           Hemos de considerar que la vida musical de nuestra ciudad ha continuado una vez concluido este libro en el año 1996, e incluso ha sido más prolífica en los últimos años que en todo lo contenido en sus páginas; hecho que me alegra sobremanera, pero que cuanto mayor sea más obsoleto vuelve este trabajo. Eso es lo malo que tiene escribir acerca de algo que está vivo, que evoluciona y que hace que lo escrito pronto parezca estar pasado de moda. Sin embargo, no deja de ser una parte de nuestro pasado, una parte muy importante de nuestra historia, puesto que esos inicios y ese interés por la música de las primeras formaciones y de esos músicos de hace 40 años es lo que nos ha llevado a la situación actual, a que en 2008 hubiera 11 grupos de música próxima al rock, al pop, al metal; por supuesto sin olvidar a la Coral Bilbilitana, la Agrupación Pascual Marquina, dos agrupaciones folclóricas y diversos solistas.

Hacia 1.990 comencé a hablar de los grupos bilbilitanos en una serie de programas radiofónicos; poseía datos de los grupos en los que yo había estado: Kripton, Trauma, Traumateo, Muy Frágil, así como de la mayor parte de las formaciones coetáneas: Topaz, Red Head, Calaveras y Huesos, Möbius, Toro Rosa, Objetos Perdidos e incluso los rumberos Los Calos. Con intención de completar, en 1.991 inicié una pequeña investigación sobre los grupos pioneros de Calatayud: Black Stones, Pockers, Brandis, Pops. Cuando Ondayud desapareció abandoné estas indagaciones.

Pero en mayo de 1.994, Antonio Utrera me pidió que continuara con esta tarea para editarla por partes en el semanario “La Verdad”. Ahondé entonces en lo ya sabido y añadí nuevas formaciones para mi desconocidas, cantantes, solistas y agrupaciones varias. El mismo Antonio, viendo el trabajo realizado, me animó a plasmarlo en un libro que acabó siendo “Los últimos juglares”.

 Hemos de contar que, en este caso, simplemente soy “un recopilador de datos” y de ninguna manera me considero escritor pese a que lo intenté y escribí poemas, cuentos e incluso probé en varias ocasiones a completar una novela… ¡que ingénuo!, pues tal vez ingenio tenía, pero me faltaba vocabulario, no tenía oficio y tenía grandes carencias sobre todo a la hora de estructurar escritos largos.

 Con “Los últimos juglares” solo tuve que obtener la información y darle forma. La estructura y los capítulos casi venían impuestos por la lógica, siendo por tanto un trabajo mucho más cómodo que la de escritor propiamente dicho.

 Aún con todo, eso no quiere decir que fuera sencillo. Fue muy laborioso; tuve que hablar con gran cantidad de músicos, muchas llamadas telefónicas a Madrid, Zaragoza, Tenerife, etc, ¡y entonces no había tarifa plana! Muchas cañas, cafés y conversaciones de bar, en diversas poblaciones próximas. Tuve que buscar escritos que pudieran aportar datos aunque lo cierto es que pocos hallé. Desde la propuesta inicial para publicar en el semanario hasta la conclusión del libro pasé más de dos años procurando obtener hasta el más mínimo detalle de lo acontecido durante el, entonces, último tercio de siglo, en cuanto a lo musical se refiere. Y aún con todo, seguro que algunas lagunas quedaron e incluso algún pequeño error puede contener por no haber recibido una información del todo correcta.

En ese sentido, hubo un caso muy curioso con Francisco Raimundo Castillo de los grupos Red Head y Möbius al que todos llamábamos “Paco Raimundo”. Cuando hablé con excompañeros suyos, me decían que Raimundo era un mote o un segundo nombre, no su apellido, así que les pedí que me buscaran sus apellidos para ponerlo todo correctamente. Finalmente decidieron que se llamaba: Francisco Castillo Marín, aplicándole los apellidos de un familiar suyo, creo que su abuelo materno. Tras la publicación del libro, Paco Raimundo me dio la enhorabuena por el trabajo y me dijo que si había una segunda edición pusiera bien sus apellidos…

Todo este proceso tuvo cosas muy gratificantes, conocí a varios músicos con quienes sigo manteniendo una buena relación y con algunos ya conocidos afianzamos nuestra amistad. También hubo algo negativo en esta investigación, pero sobre la estupidez y sobre la envidia es mejor no hablar. Más cosas positivas: escribí –si así puede considerarse- un libro, de modo que aunque no haya plantado un árbol, al menos sí que por entonces tenía una hija, había escrito un libro y a falta del árbol, había editado dos discos con música compuesta por mi. Al año siguiente tuvimos otro hijo, Javier. El árbol sigo sin plantarlo, pero al menos reciclamos todo el papel, vidrio y plástico que utilizamos diariamente.

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          Cuando presentamos el libro –en diciembre de 1.996- me quedé algo decepcionado pues tuvo escasa aceptación, buena, pero corta. Hubo muy poca, por no decir ninguna publicidad y para colmo el día de la presentación se acumularon un total de cuatro actos culturales coincidiendo con el mismo horario y a los que dieron publicidad en radios y periódicos. Tampoco vamos a centrarnos en esto, pues no afecta ni al contenido del libro ni a la importancia intrínseca del mismo.

No voy a extenderme demasiado en definir este libro. Simplemente para el que no lo conozca que sepa que contiene 237 páginas distribuidas en una rápida introducción por décadas, una sección con todos los grupos de pop y rock distribuidos cronológicamente, conteniendo su historia, relación de componentes y diferentes formaciones si las hubo, repertorio, actuaciones, anécdotas –en la mayoría de los casos divertidas o cuando menos curiosas- y por supuesto fotografías, con una resolución no muy buena, no es lo ideal, pero suficiente para ilustrar sus páginas y recordar a los protagonistas de esta historia musical. Otra sección abarca músicos solistas de todos los estilos, y en tercer lugar grupos y agrupaciones fuera del campo del rock. Se completa con la discografía bilbilitana de la última década contenida en el libro (1987-1996), un cancionero (letras de 30 canciones ordenadas alfabéticamente) y diversos cuadros de formaciones y variaciones de algunos grupos de pop-rock considerados individualmente (pg. 206 y sgts). Después, si alguien tiene alguna pregunta la responderé (si sé hacerlo). También podemos leer algún párrafo, la historia de algún grupo o lo que a ustedes, a vosotros os parezca. Incluso podemos preguntar a alguno de los asistentes, músicos todavía en activo, acerca de la música en Calatayud durante los años no contenidos en este libro.

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Por supuesto que nuestra ciudad tiene una historia previa a lo narrado en Los Últimos Juglares, pero he de reconocer que de ella conozco muy poco, por no decir nada   Antes de lo comprendido en “Los últimos juglares” hemos tenido grandes músicos como Pascual Marquina, nacido en Calatayud en 1.873, compositor de música para banda, para coros, para piano, diversas obras tonales, y también director de orquesta. Sus obras más populares son los pasodobles: “España cañí” y “Solera Fina”; también “Viva la Jota”. Marquina falleció en 1.948 ¡en Madrid!. Y echando la vista más atrás, el compositor barroco José de Nebra, nacido en 1.702, también en Calatayud, autor de aproximadamente 20 zarzuelas, inventor de la zarzuela barroca, compositor de misas y música funeraria, incluso villancicos y otro tipo de obras. Falleció también ¡en Madrid! en 1.768. Conclusión: ¡no hay que ir a Madrid!.

 Actualmente Calatayud está viviendo buenos momentos musicales con la existencia de algo más de 10 bandas más o menos rockeras que pasan por el “Nu-Metal” de UHF -de la mano de Ángel Marquina que previamente fue fundador e importante valuarte de Sugar-C desde 1996 a 2001-, el “Heavy-Metal-Melódico” de Xana formado en 2003 con varios componentes procedentes de otras formaciones, entre los que se hallan los multi-instrumentistas Alejandro Doñágueda (que previamente pasó por Sugar-C, además de Pa’ke afinar) y Fran Torcal (también músico de varios grupos), Cabeza de Turko, La Fragua, Perdiendo los Papeles (recién formados tras la separación de Por Ke Conformarse), Zulo (que pasa por malos momentos por eso de ser padres –que le pregunten a Víctor, ahora con gemelos-), QMSO (que acaba de sufrir serias modificaciones en su formación), LFF (que se llamó Eternal Dream hasta que otros registraron ese mismo nombre y se cambiaron al nombre originario: LFF), Opción Cero (grupo formado en 1995, guadianesco donde los haya, a veces existen y a veces no, porque varios de sus integrantes viven fuera y es difícil que coincidan en Calatayud). Y por último la serie Los Oportunistas/Los Ferpectos y algún otro nombre que se ponen según qué repertorio interpretan, formado por Santi Díaz, Paco Muñoz, Pablo Muñoz y Jaime Millán y que suenan de miedo (no, no es porque asusten). También tenemos a Los Gandules con el bilbilitano Dun Gandul (citado previamente con su verdadero nombre que no voy a dar pues he de respetar su apodo gandul) y el zaragozano Tobo Gandul; un grupo divertido y genial para unos, pero penoso para otros. A mi en particular me encantan con sus versiones de canciones archiconocidas y con divertidas letras escritas por ellos, a veces sarcásticas, a veces psicodélicas, e incluso llegando a incoherentes de vez en cuando. Y aunque parecen malos –eso dicen algunos-, son muy, muy buenos y tocan de cine. Son actores; actores y gandules. Por otra parte, recordemos que hace poco más de un año desapareció otro grupo longevo: 80-of (2001-2007).

 También tenemos a músicos que viven fuera o que tocan con grupos foráneos, véase Francisco García Domingo, Paco. En los 70 cantaba con Los Spiders, Los Principes o Zodiac, y actualmente con la superbanda Zaratustra, además de diversas colaboraciones en mis últimos trabajos junto a mi hermano José. O bien Paco Muñoz –previamente citado- que está en diversos grupos de nuestra ciudad y en otros zaragozanos como Sick Brains. Javier Morte que en Madrid va realizando diversos trabajos musicales para teatro y para músicos de allí, y que también ha colaborado recientemente con los Hnos.Verón y con José María Dalda. Los hermanos Quero, residentes en Madrid, uno compositor y músico: Javier y el otro con un excelente estudio de grabación: Guillermo. También Paco Muñoz tiene estudio en Zaragoza. Los raperos 124 B.R.U.T.A.L incluyen un integrante bilbilitano: SKL69. No podemos olvidar a Ángel Petisme, el músico actual más relevante en el plano nacional, nacido en Calatayud aunque de niño se trasladó a Olvés, y después a Zaragoza y Madrid; se siente bilbilitano y así lo hace constar siempre que tiene ocasión. Vaya, la mayoría están en Madrid y no les ha pasado nada… 

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           Las largas trayectorias de la Agrupación Pascual Marquina, Los grupos de jotas, la Coral Bilbilitana e incluso nuestra Escuela de Música, dan muestra de que la música en Calatayud va a más y que no hay quien nos pare. Tenemos un importante ejemplo con nuestro gran cantante, al que aprecio mucho,  José María Dalda que lleva una década imparable con cinco discos editados en los últimos 10 años y con otro próximo a salir.

 En nuestra comarca también hay movimiento musical y mucho. Yo, en particular,  conozco poco. Pero sé que existen varias bandas de música, algunos grupos. Creo que Electrotaska DF son de por aquí, pero no los tengo localizados y hay más. Sé que hay más. Existe también una asociación Barranco Rock con sede en Terrer y formada por diversos grupos bilbilitanos y de la comarca.

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            Con el paso del tiempo he pensado que este libro debería de haberse llamado: “Los Antepenúltimos Juglares”, pues “Los Penúltimos Juglares” espero poder escribirlo junto a Alejandro Doñágueda dentro de unos años, y aún debería quedar margen para esos “Últimos Juglares”.

  Para finalizar pido un brindis por todos los músicos de nuestra comarca, pasados, presentes o por venir. Que aproveche y gracias por vuestra paciencia.

Juan Verón Gormaz, Calatayud a 17 de abril de 2009