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BALADA DEL CAUTIVO (2.006) M�sica de Juan Ver�n Poemas de Jos� Ver�n |
Poemas originales de
BALADA DEL CAUTIVO 01. HIST�RICA SANTIDAD (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) Tras devorar por cruel obligaci�n a todos sus hermanos queda solo dando gracias a Dios
humildemente. 02. BALADA DEL CAUTIVO (Baladas para el tercer milenio-1987) M�s all� de esta triste ventana est� la noche.
Las estrellas sin nombre
el misterioso Venus,
vestal del firmamento, M�s all� de esta triste ventana est� la noche.
Dicen viejas palabras
Apenas un cristal,
M�s all� de una triste ventana C�mo llegar a ella.
C�mo sentir,
La oscura desnudez llama al silencio funde piedra y palabra.
Tras la ventana,
el abismo est� dentro. 04. MONTE SAGRADO (Auras de Adviento-1988) En Vicor, alz�ndose hacia el amanecer, dos cimas azuladas rompen el horizonte. All� los olvidados celt�beros al viejo Lug solar ofrecieron sus ritos, y a la c�rea luna en primavera, y al r�pido Hippe�n, el de corcel de fuego. All�, ignorante como soy de arcaicos rituales, he respirado el aire primitivo de la sierra, y he caminado hasta las empinadas cumbres, donde el sol centelleante y el viento rumoroso dibujaban imperceptibles llantos, lamentaciones por un altar perdido,
por unos dioses muertos. 05. S�LIDAS MURALLAS CAPTURAN LA CIUDAD (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) Hay que adorar la piedra obedecerla es poco.
Nadie m�s cruzar�. 07. LUCES DE BOHEMIA (Auras de Adviento-1988) Ya no ansiaba el amor y el dolor evad�a tras cortinas de olvido. Cerradas las heridas del combate perpetuo, se arrastraba por las cuestas del silencio presente. Luc�a, con dignidad liviana, como una bruma que quisiera fraguarse, los m�seros trofeos conquistados al tiempo: un rumor de taberna en el semblante, la noche en el bolsillo y un amor desgraciado en la solapa. He tocado su voz, he sentido su p�lpito de alma desheredada, de coraz�n sombr�o deshojando los d�as sin pasi�n ni alborozo, como un viajero que olvid� su destino
y no hay origen que pueda desear. 08. OBEDIENCIA (Ceremonias dispersas-1990) �Me obligan a comerla? La comer�, de acuerdo, pero sepan ustedes,
que esta tarde me amarga. 10. PEDRO (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) �l nace cada noche entre vino y recuerdos y cuando los fantasmas acuden a la cita r�e, r�e generosamente abriendo sin pudicia su enorme boca agradecida mostrando algunos dientes escasos y deformes
y perdiendo el respeto a sus guardianes. 11. COMO INCENDIA MI VOZ� (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) C�mo incendia mi voz tu id�lica presencia; c�mo busca mi sangre tus paisajes secretos. Cuando libre me invades y asoman tus caminos, escucho un rumor lento de huecos absolutos, tus veredas profundas humedecen mi audacia y suave como lluvia o l�mites perdidos apareces. Y envidia la raz�n nuestra inconsciencia, y surgen tierras salvajes ocultas y ancestrales, r�os nacientes, agobios meridianos, venas desparramadas uni�ndose felices, destrozados relojes disueltos en la sombra y un denso proceder de aire so�ado donde el futuro estriba sus paredes ocultas. Y no s� nada m�s:
dentro de ti mis ra�ces ofician. 12. REBELI�N A BORDO (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) En la nieve la indignaci�n del ni�o Golpea la blancura con sus pies ateridos y camina, lentamente camina. Se detiene, impotente, en la nevada calle. Ha comprendido que no puede ser ni�o. Y el grito de sus cinco a�os perdidos Desgarra la cultura:
�Reyes Magos, traidores! 13. LA SOMBRA DE UNA DUDA (Auras de Adviento-1988) Pas� por la taberna como pasan los sue�os. Era maravillosa y un tanto descuidada. Un complemento oscuro para tanta belleza diole su pelo vivo, encantador, y todav�a m�s la forma sugerente como lo retiraba de su rostro, cual el sol tormentoso, que apen�s si aparece y la cortina h�meda que lo esconde y ensalza. Termin� mi cerveza Y hu� de aquel lugar: Con cierto horror me descubr� envidiando los pactos tenebrosos de Faustus,
el doctor. 16. LA RAULITO (Tr�ptico del silencio - Cavernario-1984) No habita s�lo en casa del tirano la represi�n. Altiva o escondida crece por todas partes.
puede hallarse la infame. 17. REQUIEM (Legajo incorde-1979) Farewell, Juan, la luna desparrama su cadav�rica luz sobre los cuerpos desconsolados, absueltos o melanc�licos y aquellos que volvieron. Dir�n su previsi�n para ma�ana solamente, se han escondido como huy� la belleza de esta tierra maldita; no es la aventura cachazuda, no el rel�mpago hirsuto, pues sabr�s que florecen al oeste del miedo cotidiano, y aquellos que volvieron. Sepamos m�s. Escarbemos aquellas entra�as disolutas donde nada se oculta, y un desd�n pomposo de urceolado cl�rigo que gui� nuestros pasos; la dulzura homog�nea ser� un f�sil, caer�n los estandartes como un recuerdo asesinado, y aquellos que volvieron
no volver�n jam�s. 18. LAS FICCIONES CIENT�FICAS (Ceremonias dispersas-1990) El presente se vive y el pasado se piensa. �Y el futuro? - �Se inventa! |